Cayetano Martínez de Irujo vive su Semana Santa más familiar

Es habitual ver a Cayetano Martínez de Irujo disfrutando de la Semana Santa sevillana, lo que no es muy común es verle rodeado de prácticamente la totalidad de su familia. Tras dos años de parón a causa de la pandemia, este 2022 las procesiones han vuelto a ocupar las calles de la capital hispalense, y dado que ha generado una gran expectación entre todos sus habitantes, no ha resultado extraño ver al conde de Salvatierra viviendo con fervor este Jueves Santo tan señalado.

Lo que sí ha llamado la atención ha sido que haya recorrido la ciudad andaluza en compañía de su novia, Bárbara Mirjan, de su exmujer, Genoveva Casanova, y de sus hijos, Luis y Amina, quienes, a sus 20 años de edad, se vestirán de nazarenos por primera vez en la historia junto a su progenitor para participar en la procesión del Cristo de los Gitanos, la cual tendrá lugar en la Madrugá del Viernes Santo. Sin duda, un suceso que hará que esta Semana Santa sea una de las más especiales para el hijo de la recordada duquesa de Alba.

Vestidos de riguroso negro, todos ellos han accedido al Templo Santuario de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Santa María de las Angustias Coronadas, con el fin de congregarse con la Hermandad del Cristo de los Gitanos para presenciar una misa que ya se ha convertido en tradición. Y es que, pese a que en un primer momento ninguno de ellos quiso atender a los medios de comunicación, lo cierto es que, al finalizar el oficio religioso, sí accedieron a posar para los medios gráficos.

Del mismo modo, el conde se prestó a responder las preguntas de los reporteros que se agolpaban a las puertas del lugar, a quienes confesó el orgullo y la emoción que le acompañan en este significativo día, en el que ha regresado al santuario en el que reposan los restos mortales de su progenitora, algo que le ha hecho sentirla todavía más cerca: “Para nuestra familia este templo es la obra de mi madre. Ella consideró que esta fue la obra de su vida. La primera obra de su vida fue llevar la reconstrucción del Palacio de Liria adelante hasta su muerte, y la segunda obra de su vida, la personal, ha sido esta”, confesó visiblemente emocionado. Además, se atrevió a revelar lo que tenía pensado pedirle al Cristo de los Gitanos de cara a sus próximos años: “Yo creo que salud. Yo particularmente salud y que haber si ayuda a parar los genocidios y los asesinatos que está efectuando Putin”, aseguró haciendo alusión a todos aquellos damnificados por el conflicto bélico desatado en Ucrania tras la invasión de las fuerzas rusas.

Esta inesperada reaparición familiar se ha producido tan solo unas horas después de que el conde de Salvatierra confesase la felicidad que invade esta Semana Santa por tratarse de aquella en la que verá a sus hijos vestidos de nazarenos acompañándole en este paso de la Semana Santa sevillana: “Me hace mucha ilusión que Luis y Amina salgan, porque con 20 años yo no esperaba que salieran”, afirmó.

Y es que también aprovechó su intervención pública para expresar su pesar por la situación que se vive en Ucrania: “Tuve mucha relación, muchísima con Siria, y ahora este asesino está haciendo lo mismo en Ucrania. Ahora se dan cuenta de lo que hizo en Siria, porque me acuerdo de que yo salía en televisión denunciando la masacre de Siria por parte de Putin, que es un asesino y un enfermo mental, y nadie hacía caso. Todo el mundo miraba para otro lado” denunció. Un asunto que también ha tenido muy presente este entrañable, familiar e inolvidable Jueves Santo.